Rompiendo el silencio: El impacto del crimen organizado en los emprendedores rurales - América Latina
- Silvia Ontaneda
- 2 sept
- 2 Min. de lectura

Durante los últimos años, he tenido el privilegio de trabajar con agricultores y empresarios de las zonas rurales de América Latina, proporcionándoles herramientas de preparación para la exportación basadas en el abastecimiento ético y las prácticas sostenibles. Esta experiencia ha sido increíblemente gratificante, ya que me ha permitido comprender los retos y oportunidades a los que se enfrenta la región a nivel microeconómico, lo que, por supuesto, afecta a la macroeconomía de todo el continente, incluido Estados Unidos.
En el caso de Ecuador, por ejemplo, los desafíos de hace 25 años son muy diferentes de los que enfrenta el país en la actualidad. Hace veinticinco años, el país luchaba contra los efectos devastadores de la crisis económica de 1999, conocida como el «Feriado Bancario». Entre 1998 y 2002, se estima que 500 000 ciudadanos ecuatorianos emigraron, principalmente a España y Estados Unidos.
Sin embargo, desde 2020, el país ha pasado de una crisis económica a una ola insostenible de violencia y delincuencia perpetrada por mafias y grupos del crimen organizado internacional. Este aumento de la delincuencia y la extorsión está provocando que los agricultores y empresarios, especialmente en las zonas rurales, abandonen sus pequeñas empresas y granjas para emigrar a países extranjeros. En 2024, esta situación se ha extendido también a las principales ciudades, donde cada vez más jóvenes huyen del país en busca de oportunidades en otros lugares. Se estima que el número de ecuatorianos que han emigrado desde 2020 superará la migración registrada entre 1999 y 2002.
La situación de Ecuador no es un caso aislado. Otros países latinoamericanos se enfrentan a retos similares. Existe una necesidad urgente de un plan regional que incluya tanto al sector privado como al público, con directrices claras y compromisos por parte de todas las partes interesadas. No hay tiempo para retrasos burocráticos ni retórica política. Los gobiernos, las organizaciones multilaterales, las grandes empresas, las pequeñas empresas y la sociedad civil deben actuar ahora para evitar que América Latina sea invadida por cárteles, mafias y otras organizaciones criminales transnacionales. Esto redunda en el interés de la seguridad nacional de todo el continente, incluidos Estados Unidos y Canadá.



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